Dades de l'llibre

EL CAZADOR DE INSTANTES
JESÚS NUÑEZ PEREA

  • Editorial GRUPO EDITORIAL SARGANTANA
  • Matèria NARRATIVA HISTÓRICA
  • EAN 9788412751666
  • Estat Disponible
  • Enquadernació Bolsillo tapa blanda
  • Pàgines 474
  • Mida 215x148x23 mm.
  • Weight 250
Tax included 19,90€

Sinopsi

A la floreciente ciudad andalusí de Siyasa han llegado unos extranjeros, y no todos son lo que parecen. Abdara, uno de sus habitantes, no es más que un niño de apenas doce años enfrentado a un mundo que se resquebraja y obligado a elegir prematuramente su destino. A sus tragedias familiares se suman vientos de fanatismo cada vez más próximos.
El protagonista descubrirá diferentes maneras de luchar contra la adversidad. Se verá sorprendido por las apariencias y tendrá que confiar en su intuición porque, a veces, es la razón la que nos engaña.
Intrigas, venganzas, envenenamientos, ultrajes y, sobre todo, el amor en sus distintas formas, van cociéndose a lo largo de la obra, como el pan en el horno, para después servir de alimento.
Los paraísos dejarán de serlo si permanecemos impasibles cuando lleguen los impostores; el tiempo no pondrá a cada uno en su lugar si solo dejamos que pase, ni los sueños se cumplirán por más que los deseemos si nada hacemos para que se hagan realidad. Abdara lo sabe, los cazadores de instantes jamás se resignan.
«Los guerreros sin arco ganarán la batalla,
las aguas subterráneas aplacarán la sed».

Author/s

JESÚS NUÑEZ PEREA

Jesús Núñez Perea, nacido en Cieza (Murcia) en 1967, es profesor de Filosofía en un instituto público de Enseñanza Secundaria. Durante algunos años compaginó la actividad docente con la sindical. Ha tenido y tiene la suerte de disfrutar con su trabajo. El estudio de la violencia y de los mecanismos de represión fueron parte de los temas que le llevaron a obtener el diploma de Estudios Avanzados en Filosofía. Como es lógico, sus quehaceres y su formación aparecen refl ejados en su obra. De niño, miraba a diario los restos de la fortaleza de Siyasa, que podía ver desde muchos rincones de su ciudad. Estaba convencido, como otros chiquillos, de que allí se escondían tesoros, y también gigantes, capaces de derrotar a los impostores. Pasaron muchos años y volvió a contemplar la vieja Alcazaba. Buscando en ella, encontró historias, personajes extraordinarios e ilusiones que están aquí, en su primera novela.